Sabine Haenni-Braatz

Nacida en el seno de una familia alemana-española, Sabine Braatz-Haenni creció en Berna, y vive desde los comienzos de los noventa en Zúrich junto a su familia. Hasta el nacimiento de sus hijos trabajó en ventas internacionales para la industria gráfica.

A los veinticinco años comenzó a interesarse por el mundo de la autosanación y realizó varios cursos de kinesiología, que usó a nivel familiar. A finales de la década de los noventa, realizó el primer y segundo nivel de Reiki, lo que la lleva a seguir buscando el método curativo ideal y a seguir en el camino de la medicina alternativa.

Sabine Braatz-Haenni entró en contacto por primera vez con el Jin Shin Jyutsu gracias a amigos españoles. En un viaje a la tierra de su madre, Tarragona, descubre la combinación perfecta entre vacaciones, masajes y las prácticas curativas del Jin Shin Jyutsu.

Esta experiencia le hace tomar la decisión de convertirse en practicante de Jin Shin Jyutsu. Después de una formación exhaustiva en España, Alemania, Austria y Suiza, llega el momento tan esperado: En la primavera de 2010, Sabine Haenni abre sus puertas de su consulta en Nägelistrasse en Zúrich y comienza a trabajar por su cuenta como practicante de Jin Shin Jyutsu hasta casi el final del 2020.

Gracias a sus amigos españoles conoce a Jesús Sanjaime, quien trabaja en la curación desde hace muchos años. Sabine y Jesús se complementan tanto a nivel privado como de trabajo de manera ideal desde 2015. Se mudo con Jesus Sanjaime a Denia en finales de 2020 para empezar una nova etapa de su vida en España.

Ambos comparten su vida conjuntamente. Su foco está centrado en la salud y la curación. Y para poder ocuparse totalmente de sus clientes, combinan ambos sus métodos de Jin Shin Jyutsu, PSYCH-K y Par Biomagnetico.

Sabine Braatz-Haenni explica su credo: «Estoy muy agradecida de poder pasar tiempo con mis clientes. Cada día aprendo algo más y es una experiencia muy enriquecedora participar activamente en el cambio positivo de la vida de otro. Es una gran alegría poder ayudar a otras personas, tener la posibilidad de recorrer juntos los caminos de la vida por un tiempo y sentir los cambios positivos».